Fernando Ruz: Chile: Campo de Flores

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Ahora vuelvo de Chile.

Me encontré un país agitado, en pleno proceso de elección presidencial, con el electorado decantándose en dos campos que se enfrentan, en segunda vuelta, el 17 de Diciembre.

Un auténtico diálogo de sordos, en mi opinión.

En el ámbito privado, me dedique a tareas de mantención de mi parcela y a recorrer los cerros hasta conocer cada detalle – descubrí, por ejemplo, la única población de ‘orejas de zorro’ Aristolochia chilensis, en la vecindad.

A propósito de zorros, se han refugiado en una quebrada vecina, una pareja de zorros culpeos, Lycalopex culpaeus. No es fácil verlos - menos aún fotografiarlos - pero los vi a la distancia y de madrugada. En mi próxima visita espero ya tendrán crías y que, más seguros de su ambiente, saldrán a retozar al sol por las mañanas.

Después de un invierno muy lluvioso, todo lo que puede florecer está en flor. Algunas plantas como añañucas y huillis culminaron su ciclo, otras como el lirio de campo están en plena floración. Las flores del quillay recién comienzan a abrirse.

Esta sucesión de flores es la abundancia para las abejas melíferas que, acabo de aprender, visitan durante todo el día solo la especie donde libaron primero por la mañana. De esta manera se asegura el transporte de polen y material genético compatible. Cosas de la naturaleza.

Pero disgrego.

Dice el Himno Nacional de Chile - escrito en 1847 por Eusebio Lillo y el maestro catalán, Ramón Carnicer i Batlle: ‘Y tu campo de flores bordado, es la copia feliz del Edén’.

Puede que la política se encuentre alborotada, pero Chile es un país viable que busca dirimir su futuro por la fuerza de la razón que es, en una democracia, la única forma legítima y válida.

Les dejo imágenes de Chile y mi Edén particular en el valle del río Maipo.